"I once had a girl or should I say she once had me...?"

Con toda honestidad, puedo decirte que no me pareció nada extraordinario, eh. Más bien creo que es pretencioso, flojo,
con pasajes descriptivos casi inútiles y aburridos. Es una historia sin sustento por sí misma
y a ratos desesperante. Parte del hecho de que un hombre rememora sus días de juventud en Tokio. Y relaciona a éstos, en específico, con la canción "Norwegian wood", de The Beatles, recurrente a lo largo de la segunda mitad del libro. Hay otras muchas, pero más como un accesorio y sin una carga narrativa digna de mencionarse. Pareciera que el autor desarrolla la singular historia de amor que John Lennon esbozó en la canción, que apareció por primera vez en el icónico Rubber Soul de 1965.
De alguna forma, la novela es un intento por retratar una vida casi costumbrista, en una época de convulsión social en todo el mundo: el año de 1968. Pero también es un intento
fallido. La historia de amor principal, la experimentada por Watanabé y Naoko, para mi gusto es casi un clisé y es poco verosímil. De cierta forma, ambos son "marcados" por el suicidio de un amigo en común, y alrededor de ese hecho se desarrollan sus historias futuras dentro de la historia.
Si bien trata acerca de varios temas, sin duda el más recurrente es el del suicidio. Pero por desgracia, debido a la falta de
contundencia en el discurso y a la estructura narrativa, termina por volverse un
accidente literario más, que podría creerse un elemento para "romantizar" la
historia. Desde mi punto de vista, el suicidio es un fenómeno complejo, pues dentro y fuera de la literatura se ha convertido en un tema de cuidado no sólo para la sociedad japonesa, sino para todas las del mundo. En la novela, no es precisamente circunstancial, pero es tratado con un tono de sorpresa o de simpleza o de suspenso. Algo que no me agradó mucho, pues es mediante los personajes y sus diálogos que uno se entera de esos suicidios (sí, son varios).
Aquí quiero hablar de un punto bien logrado en este libro: los diálogos. En su mayoría tienen un tono medio "tarantinesco"; no dejan de ser un recurso forzado del autor para enterarnos de lo que el narrador –el personaje principal– quiere que sepamos los lectores. Sin embargo, cuando quienes intervienen son Naoko y Watanbé, adquieren mucha fuerza y transmiten de verdad. Son diálogos misteriosos, casi profundos, cargados de emociones universales y que logran recrear una atmósfera de nostalgia, que, dicho sea de paso, permea toda la novela.
Otro recurso narrativo es el de las cartas. Gran parte de las subhistorias se recrean por medio de cartas entre varios de sus personajes. Claro que es acorde a la forma de comunicación de la época, pero también es una fórmula poco creíble, pues se pierde a ratos la temporalidad. Respecto de su contenido, son muy descriptivas y hasta aburridas, si me dejas decirlo así. La memoria o remembranza es el tercer recurso. Ya que todo parte de un presente hacia el pasado, y los personajes –en ese pasado– van más atrás en la memoria y recrean episodios de su vida. Lo malo es que la novela termina en ese pasado, y jamás sabemos qué sucede con el personaje principal en su presente narrativo.
Finamente, Murakai trató de ser crudo o explícito en la onda sexual, pero resultó, para mi
gusto, corriente y fuera de lugar.
Sé que muchos han disfrutado de este libro. Y sé que lo tienen concebido como una novela romántica. La relación entre Naoko y Watanabé es singular sin dudas. El comportamiento errático de él contribuye mucho a la idea romántica del amor. Y puede que lo sea. Pero para los expertos, está muy lejos de ser una novela de amor bien construida. Quizá el mejor ejemplo en literatura japonesa de este tipo de novelas sea El rumor del oleaje, de Yukio Mishima. No hay que olvidar que la literatura de japón ha seguido de muchas maneras la tradición que le dio origen: temas, símbolos, formas, estructuras, historias. Incluso es una de las principales críticas que le han hecho a Murakami, pues consideran que se alejó de esa tradición. A mí se me ocurre que más que alejarse, ha tratado de renovarla, porque sí hay ciertos elementos de ella. La cosa está en cómo los ha construido.
Para salir de dudas, pronto comenzaré a leer El rumor del oleaje. Así podré tener una clara opinión del propio libro de Murakami.
Y tú, ¿ya leíste Norwegian Wood (Tokio Blues)? ¿Qué te pareció?
Pros:
Fácil lectura
Pocos personajes
Estilo ameno
Atrapa su atmósfera
Pensado para jóvenes y adultos
Contras:
El precio
Pasajes muy largos que pueden resultar tediosos
La extensión del libro
Un poco nostálgico
Puede resultar repetitivo
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